El 9 de julio del año 1958 en la Bahía de Lituya, al noreste del golfo de Alaska, se produjo un terremoto de gran poder destructor, de 8,3 grados en la escala Richter.
Este seísmo originó el derrumbamiento de una montaña entera, lo que generó la formación de una pared de agua que se elevó hasta los 580 metros de altura.
Esta es la mayor ola que se ha producido en la historia moderna de nuestro planeta, e incluso se le adjudica al fenómeno a la categoría de "megatsunami".
Afortunadamente, la zona afectada por el desastre estaba despoblada y solo murieron dos personas.
En la fotografía se puede ver la zona afectada antes y después del "megatsunami".
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